A raíz de un estudio estructural de las cargas a las que sometemos a una silla, nace este nuevo concepto donde la economía del material y su grosor condicionan un resultado formal único y ligero. Creada por el diseñador español Ignacio Hornillos, la silla está construida únicamente con madera contrachapada y se une sin necesidad de tornillos, consiguiendo la rigidez a raíz de los arriostramientos en los puntos clave de su geometría.
Las cualidades de la estructura, con el correcto reparto de pesos, sacan a la luz el dibujo en elevación de las líneas maestras necesarias para su equilibrio, construyendo a continuación en tres dimensiones el resto de elementos que cierran el diseño y consigue su estabilidad. El nombre de “Brace” (arriostrar en inglés) insiste en que detrás de este diseño sólo ha habido preocupaciones estructurales por encima de la forma o lo ergonómico.
Se trataba de diseñar un concepto más que una silla dando como resultado un objeto enigmático donde el color, la textura y las propiedades del material se ponen de manifiesto y lo exploran con la máxima radicalidad posible.
La silla está hecha únicamente de madera de abedul. Las medidas de la silla se ajustan a los estándares de dimensiones formando un volumen de 486 mm ancho, 594 mm fondo y 700 mm alto. El grosor de la madera depende de los esfuerzos que requiera la estructura pasando desde los 10 mm el más delgado hasta los 25mm del asiento.